Emplazada a los pies del Cerro Santa Inés, esta picada de carretera es una parada obligada para los que quieran darse un gusto con lo mejor del pacífico: locos, jaibas, ostiones y camarones, entre otros. Platos clásicos como el pescado frito, la sopa de machas y el mariscal hacen del kilómetro 197 de la panamericana, un oasis marino.
Ubicado en el sector de Tilama, este lugar encontrarás los mejores productos de la zona cocinados en hornos solares y de barro junto a una atención cálida inmerso un paisaje completamente rural.